En áreas disimiles que van desde el entrenamiento militar hasta la formación de cirujanos y radiólogos, muchos investigadores han establecido principios y encontrado aspectos comunes al éxito.
En otros artículos hemos analizado el aporte de teorías y métodos como el aprendizaje basado en problemas y la práctica deliberada para la organización y metodología de enseñanza en el caso de nuestra disciplina.
Sin embargo hay áreas que siguen siendo problemáticas y en las que existe un intenso debate.
La relevancia de la motivación, de la fuerza de voluntad, de la disciplina y el foco son algunas de ellas y en los últimos años se han escrito numerosos libros y hecho investigaciones muy interesantes.
Sobre estos aspectos estaremos reflexionando en próximos artículos pero hoy queremos dedicarnos a otra de las cuestiones más importantes en el área de la enseñanza y el entrenamiento deportivo y que está en la base de los aspectos anteriores.
Se trata de la capacidad del estudiante o atleta para recibir las recomendaciones de quien le enseña, para mejorar sus problemas y para mejorar las áreas en las que ya es bueno.
También para mantener foco y disciplina en el seguimiento de planes de entrenamiento y rutinas de preparación.
Es evidente que para mejorar debes encontrar los problemas y puntos débiles y luego tener estrategias, ejercicios, rutinas que te ayuden para trabajar en ellos.
Pero si no eres capaz de recibir el feedback de alguien que te siga marcando los aspectos que debes seguir trabajando estarás perdiendo tiempo y esfuerzo, y puedes llegar a frustrarse y abandonar.
Tomará tiempo mejorar tu rendimiento en cualquier área y es importante reconocer que a medida que lo haces los detalles para seguir mejorando son cada vez más sutiles pero marcaran la diferencia hacia la excelencia.
Be coachable.
No hemos encontrado otra expresión que defina mejor esto que vamos a tratar, es decir: déjate enseñar y déjate empujar y dirigir cuando es necesario.
Como es reconocido por la mayoría de especialistas e investigadores y también por muchos entrenadores no siempre tenemos la motivación y las ganas para entrenar, no siempre sabemos cuáles son nuestros problemas y no siempre somos capaces de mantener el foco para trabajar en los que nos puede ayudar a mejorar.
Por eso es muy importante que todo estudiante y atleta se deje ayudar para encontrar sus dificultades y que construya las soluciones necesarias juntos a su profesor o entrenador pero que además una vez creadas esas soluciones, estrategias y rutinas que le ayudarán a trabajar en la mejora de su rendimiento también mantenga la fe y la confianza en ese trabajo y orientación constante por parte de su entrenador y profesor.
Pero no solo el coach o profesor pueden desempeñar este papel de motivador sino también los compañeros de entrenamiento que durante sesiones libres o clase te ayuden a mantener el foco y la disciplina para seguir el planning que tengas y alcanzar los objetivos en que estés trabajando.
En resumen, déjate ayudar, déjate motivar cuando no lo estás, hazte responsable de tu mejora cumpliendo los compromisos que asumas contigo, con tus compañeros de entreno y tu profesor.
Dedica al menos una sesión semanal, sea clase o entreno libre para trabajar tus dificultades y las cosas en las que quieres especializarte.
Si compartes esas metas con alguien te será más fácil encontrar el tirón para hacerlo el día que no estás motivado y será más difícil quedar mal con esa persona con la que también has contraído un compromiso.
Quién no ha vivenciado el efecto positivo de apuntarse a una competición, independientemente del resultado, cuando lo haces te obligas a trabajar, te centras, y tu responsabilidad y compromiso con el grupo se convierten en un motor muy importante en tu evolución.
Hasta aquí estas reflexiones sobre este aspecto tan importante. No se trata sólo de técnicas, no se trata solo de horas, se trata de entreno inteligente y centrado en tu evolución y sobre todo de responsabilidad para seguir avanzando.
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